A la luz de la luna

A la luz de la luna,
donde la oscuridad
se abre paso para que
ella resplandezca,
unas manos acarician
el cuerpo, temeroso,
de quien, por tantos años,
se mantuvo a la espera;
unas manos fuertes,
y a la vez, llenas de ternura,
esa ternura que, de a poco,
va sosegando
al alma del ser acariciado
y va transmitiendo
un sin miedo desembocado
con suma destreza,
todo aquello que el temor
mantenía encadenado.
Entonces... un alma calma a esa otra alma.
Se funden en una.
Se dejan llevar
hasta transformar lo banal
en pura magia.
Haciendo de dos suspiros
el respirar de uno.
Fundiéndose la mar
en el cielo,
al unísono de las olas.
Y es cuando la luna
los mira celosa,
pues no existe resplandor
que embellezca,
dos almas que con tanto amor... se entregan



Foto extraída de Google




No hay comentarios:

Publicar un comentario