A veces uno es...

Unas veces me siento
de las rosas, su esencia,
otras, hojas marchitas
que en un libro se secan.

Unas veces me siento
un marchar sin retorno,
otras, un reencuentro a la vida
esperanzada y ansiosa.

A veces uno es
la alegría del niño que juega
y otras, un campo de viejos
sembrado con penas.

Pero hoy me siento esperanza.
Hay consuelo que consuela
a este corazón que lloró,
esperando en la espera.

Me aferré a una tenue luz,
recordando otoños y primaveras.
Y no quiero llorar tristezas
ni prender mi última vela.

Me despojé de la amargura
de lo que no merece la pena.
He apagado con olvidos
los amores que queman.

Si he de vivir cuatros días
que no sean entre dolorosa ortiga,
amando y siendo amada
quiero vivirle a la vida.


Foto extraída de Google

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