A destiempo...

Y al pronunciar tu nombre
palpita mi corazón a destiempo,
como si se perdieran
las otoñales hojas,
en el más frío de los inviernos;
o resurgiera la primavera en verano,
inoportuna, falsamente soberana;
tiñendo de violetas lágrimas,
a una estación con el alma encadenada.
Y el ahora es el ayer.
Y el ayer es el mañana.
Y los abrazos son soledades.
Y ahogo en mi dicha tus ausencias
entre seniles manos,
a edad temprana.
¡Pobre corazón, oculto a tus ojos,
ardiendo a destiempo!
pues te envuelve la nieve,
aun haciendo un sol que abraza.
Quiero... que el golpe de la mañana,
haga bailar en él,
latidos acompasados.
Estaciones acompasadas.
Palabras que sepan a palabras.
Silencios que sepan a silencios,
sin que tu nombre perturbe los momentos.
Luchar contra la distancia
que me robó el movimiento.
Quiero... sentir la dicha,
que retornen aquellos días
donde la pasión cantaba esperanza.
Donde las ráfagas eran vida.
Donde tu nombre sabía a calma,
esa calma que sólo puede envolver
la fragancia de dos almas.
Donde yo te llamaba
y respondías con veranos,
sin primaveras imprevistas,
haciéndome tener el cielo entre mis manos,
y me levantaba a mí misma
al pronunciar tu nombre.
Pero... hoy me toca de nuevo,
quebrar mis versos con mi llanto,
sometida a una palabra...
Sin extender más caminos
que el ya andado.
¡Pobre corazón mojado!.
Iluso corazón mojado,
palpitando a destiempo.
Usurpado por primaveras en veranos.
Usurpado por otoños en inviernos...


Foto extraída de Google

"Al tiempo le pido tiempo..."

Dicen que al tiempo se le pide tiempo que el tiempo, tiempo nos dará...
Pero y si no fuera así...
Y si supiéramos que les quedan apenas unos días para que, aquellos quienes llevan años pidiendo a gritos tiempo, no les llegue jamás.
¿Tendrían que seguir pidiendo tiempo al tiempo?. ¿Tendrían que seguir con ese anhelo hasta el último respiro?.
O, simplemente, considerar que han perdido el tiempo pidiendo tiempo...
Pero cómo explicar eso a quienes han vivido sujetos a esa frase, respirando a través de ella, encadenando sus vidas a esas palabras... y es el tiempo, que con su silencio, ahora juega en su contra.
Quién o quiénes tienen la suficiente sangre fría como para decirles que han vivido equivocados.
Que se han perdido amaneceres.
Que dejaron de escuchar un "te quiero" esperando otro que nunca llegará.
Que un poema no les dijo nada o la letra de una canción no les llegó al alma.
Que dejaron pasar pequeños instantes esperando el gran momento..
Que la seguridad de tener todo bien atado les pudo más que la sorpresa del hoy.
Que se han pasado media vida viviendo del recuerdo, cuando éste ha sido presente varias veces y lo dejaron escapar...
Que creían tener propiedades cuando los hijos son hijos de la vida.
Que la felicidad no sólo tocó en su puerta sino que la golpeó hasta echarla abajo y la dejaron marchar por el anhelo del tiempo.
Que de las flores han de quedarse con su esencia porque a la vista tienen su caducidad...
Yo sería incapaz de ser la llave de esa cadena que libere con mis palabras, la libertad de cada uno a poder elegir.
Yo sería incapaz de hacerles saber que perdieron el tiempo... pidiendo tiempo.


Foto extraída de Google

Paradojas de la vida.

A veces, la vida nos hace creer
que se detiene
porque es golpeada,
se detiene cuando es desgarrada...
Se detiene porque necesita descansar,
y tras ese descanso necesario,
empieza un nuevo comienzo,
empieza un nuevo camino,
empieza un nuevo andar;
así es como nos percatamos
de su deslizar imperando en el tiempo
y nos lleva a entender,
que sin apenas darnos cuenta,
ella sigue su rumbo tan callada,
a pesar de hacernos sentir
sus tantas paradas...

Paradojas de la vida.

Foto extraída de Google